En contabilidad, es normal y necesario hacer provisiones para posibles contingencias futuras con el fin de proteger la estructura financiera de una empresa.

A partir de esto, las reservas tratan de prever algo cuando se necesita, esa cosa es un recurso considerando cuestiones contables, por lo que el propósito de esta reserva es prever algún recurso en caso de que se necesite. Necesario, cuando se necesita cumplir una obligación o compromiso futuro.

¿Que son las provisiones?

En principio, las provisiones son reservas financieras que mantiene una empresa para pagar facturas futuras, pérdidas inesperadas u otros pasivos.

En otras palabras, es el monto registrado en los libros con el fin de hacer frente a ciertas contingencias que, aunque indeterminadas, se espera que ocurran en un futuro no muy lejano, como podría ocurrir en un juicio.

Por lo tanto, si hay procesos judiciales pendientes, es probable que haya que afrontar algunos honorarios legales en un futuro próximo. Sin embargo, dicho proceso suele tener lugar a principios del próximo año. Esto significa que en sus libros de contabilidad, la reserva será un valor tentativo de lo que podría costar el proceso. Una vez completadas y pagadas las cuotas, esta provisión puede ser cancelada e incluye el valor real estimado.

¿Qué pasa si no se cumplen las provisiones?

Como comentábamos antes, la finalidad de una provisión es cubrir obligaciones o gastos que tendremos que afrontar en el futuro. Estas obligaciones o gastos suelen estar previstos, por lo que no es del todo seguro que se produzcan. Entonces, ¿qué sucede?, ¿si no sucede? Vamos a tener que revertir dicha provisión, así que vamos a volver a la situación anterior a la provisión. En última instancia, es como si no hubiéramos hecho ninguna provisión.

Según la duración estimada de la provisión pueden ser:

Corto plazo: Cuando se espera que nuestra obligación provisionada se cumpla en el corto plazo, es decir, menos de 12 meses. La provisión se incluirá en el pasivo corriente.

Largo Plazo: Cuando esperamos que la obligación de la provisión se cumpla a largo plazo, es decir, más de 12 meses. La provisión se incluirá en el pasivo no corriente.

¿Cómo se valoran las provisiones?

Las provisiones deben ser valoradas de forma adecuada y fiable en función de la información disponible en cada momento. 

Al cierre del ejercicio, se valuarán al valor presente de la mejor estimación del monto requerido para cancelar o transferir la obligación a un tercero. Los ajustes resultantes de la actualización de provisiones deben registrarse como gastos financieros a medida que se incurren.

Deberemos también tener en cuentas las siguientes consideraciones:

El valor de la provisión se actualizará al cierre de cada ejercicio posterior a su reconocimiento inicial. Los ajustes que resulten de dichas actualizaciones serán acreditados a la cuenta de gastos: 

– Si la nueva estimación resulta en un cambio posterior en el monto de la reserva, incluyendo cambios en el valor de la obligación y la fecha de cancelación, no se considera un ajuste de actualización, sino un mayor o menor valor de la obligación.

– Para las reservas a corto plazo, siempre que el impacto de la actualización no sea significativo, se valorarán por el mismo importe sin actualización alguna.

– Si hay compensación de un tercero en la liquidación de la deuda: o Se reducirá el importe de la deuda y, en su caso, se reconocerá un derecho de cobro en el activo, siempre que no exista duda sobre su opinión de que el monto no exceda la obligación por los registros contables.

Contabilizacion de las provisiones 

a) Dado que reconocemos esta provisión en la contabilidad:

Por lo general, las reservas se crean en el año en que surge la obligación y se cargan a la cuenta de gastos en que se incurren.

B)     Por la aplicación o el exceso de la provisión desaparecerán o aplicarán cuando se cancele la obligación.

En este momento se pueden dar dos posibilidades:

–         Que el importe definitivo de la provisión sea superior al importe a pagar:

b) Que el importe de la provisión sea menor que el importe a pagar. En este caso contabilizaríamos el gasto que falta para completar el total a pagar definitivo.